Excelente artículo pubicado en el diario progresista hoy lunes 21, escrito por el Sr. Víctor Arrogante:
(texto incompleto)
"El monstruo estaba presente en nuestras vidas de niño. Cada cual nos lo
imaginábamos, según nuestra propia idea del miedo. Oscuro, casi negro,
de cabeza y boca enormes y colmillos amenazadores, nauseabundo. Esa es
mi terrorífica visión. Espero que haya desaparecido como método de
educar, aunque exista el monstruo de las galletas, mucho más dulce que
el que entre todos hemos creado. Un monstruo indeseable, avaricioso,
cruel y corrupto, que queda representado en el Sistema, de todos los
males, institucional, político, judicial y económico; y lo alimentamos
cada cuatro años.
El Sistema, de todos males, se retroalimenta con sus propias inmundicias. La política se judicializa y la justicia se politiza; no existe independencia entre poderes. Se adoptan medidas, en muchas ocasiones, a sabiendas que son contrarias a la ley, rayando la prevaricación. La corrupción afecta a partidos y a los políticos sin escrúpulos, que se lucran y benefician, sin vergüenza, en el ejercicio de representación y gestión de los fondos públicos. Hay tenemos el caso "PP, Bárcenas, Gurtel", de las comisiones ilegales y la supuesta financiación irregular del partido, como culmen de la desvergüenza.
Las instituciones pierden su grandeza, al ser utilizadas en beneficio de aquellos que deberían protegerlas y que han prometido o jurado defender. La percepción que existe sobre la corrupción política y el deterioro institucional, van desde la monárquica, hasta el más pequeño ayuntamiento, pasando por gobiernos autonómicos o el propio gobierno de la nación, parlamentos y poder judicial, sin olvidar a banqueros y empresarios. Monstruo de múltiples cabezas y garras, que amenaza con destruir todo lo que toca. Y la policía a su servicio del monstruo"..
El Sistema, de todos males, se retroalimenta con sus propias inmundicias. La política se judicializa y la justicia se politiza; no existe independencia entre poderes. Se adoptan medidas, en muchas ocasiones, a sabiendas que son contrarias a la ley, rayando la prevaricación. La corrupción afecta a partidos y a los políticos sin escrúpulos, que se lucran y benefician, sin vergüenza, en el ejercicio de representación y gestión de los fondos públicos. Hay tenemos el caso "PP, Bárcenas, Gurtel", de las comisiones ilegales y la supuesta financiación irregular del partido, como culmen de la desvergüenza.
Las instituciones pierden su grandeza, al ser utilizadas en beneficio de aquellos que deberían protegerlas y que han prometido o jurado defender. La percepción que existe sobre la corrupción política y el deterioro institucional, van desde la monárquica, hasta el más pequeño ayuntamiento, pasando por gobiernos autonómicos o el propio gobierno de la nación, parlamentos y poder judicial, sin olvidar a banqueros y empresarios. Monstruo de múltiples cabezas y garras, que amenaza con destruir todo lo que toca. Y la policía a su servicio del monstruo"..
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Nadie, a nuestro entender, dijo que el cambio a la realidad coherente se iba a desarrollar en un día. Poco a poco Sr. Arrogante.., poco a poco. El consentimiento de lo que ocurre lo dictaminamos todos nosotros mediante las acciones de complacencia traducidas de los resultados en los comicios, como usted bien apunta. Aunque pensemos que esto debería cambiar mañana, sabemos que existe una gran imposibilidad tácita.
No obstante, cada
día salen a la luz más ilegalidades perpetradas por los corruptos de
poder, ya sea por la denuncia del uno o del otro, algo irrelevante quien procede a dar el paso, el caso es que sí se hacen públicos ahora. Por tanto, debe ser evidente que en un tiempo prudencial la propia intolerancia social empujará a los
que continúen en el sillón de la autoridad perversa a pensárselo dos veces antes que delinquir y
embotar de millones ajenos sus secretas cuentas bancarias en el extranjero.
Dese cuenta que la realidad actual conserva una estructura que mantiene y recompensa los propósitos de aquellos que han obrado en consonancia con un dilatado esfuerzo durante una época determiada de su vida, ya sea a través del desarrollo de sus estudios o a través de sus propias complejas relaciones sociales y familiares de alto copete. Para el resto no hay premio, hay que luchar, es lo que siempre se ha dicho en la plebe.
La meritocracia se inventó para coordinar un cierto sistema, para que unos vayan paulatinamente penetrando en las primeras esferas que vuelan por encima del populacho, donde una vez adquirido el acceso garantizado, uno mismo perciba el verdadero funcionamiento del juego con las garantías de plenitud de vida, basando todo su ejercicio sólamente en la práctica de la ambición más visceral y absurda. Aquellas esferas superiores, las que comandan los individuos a los que refiere su escrito, requieren de una constancia imposible y casi obcecada además del ejercicio del materialismo más artificioso e insustancial, además de un poco de "suerte".
No obstante, le reitero, llegará un día en que todos denunciaremos todo lo irregular (por otra parte hecho obligatorio en cualquier mente no corrompida) y entonces sentirán el bochorno de ser pillados y publicados en sus acciones deplorables e ilegales. Entonces, darán un paso atrás antes de cometer cualquier delito, como demandaría un estado en plena coherencia social, el que alcanzaremos cuando sea un conocimiento de todos. No seremos el primer estado del mundo en el que esto ocurre, ya han habido ejemplos diversos de los que podemos aprender como sociedad, y, como usted ya sabe, no se encuentran demasiado lejos. Debo añadir que en nuestro país gozamos de la capacidad de imitar en un grado superlativo..
Será entonces, cuando disfrazaremos a su ogro con atuendos familiares y le haremos personificar la bondad y el bien hacer coherente dentro de su carácter con un origen desencajado y malicioso. Somos así.
Tenga en cuenta que cada día somos más los que pensamos que esto ha de cambiar.., pero debemos todos, tener un poco más de paciencia.
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