Butterfly and the Dreamer |
Salvador Díaz hoy en el Diario Progresista
Hace 50 años (el 28 de agosto de 1963) Martin Luther King pronunció su famoso discurso sobre la libertad y la igualdad racial delante del monumento a Lincoln tras la marcha sobre Washington D.C. Un discurso que dio la vuelta al mundo por su famosa frase "I have a dream", tengo un sueño, un discurso ejemplar que hoy día sigue vigente ante otras faltas de libertad.
Hace ya cinco años que entramos en esta crisis global y seguimos igual. Cinco años viendo como nos están engañando, cinco años viendo como nos están recortando derechos duramente ganados por nuestros padres y abuelos, cinco años viendo como nos roban descaradamente la democracia intentando taparnos los ojos y la boca con medios de comunicación cada vez más politizados...
Los jóvenes no podemos mirar hacia otro lado cada vez que nos arrebatan algo tan esencial como es una educación y una sanidad pública gratuita. No podemos mirar hacia otro lado cuando nos impiden desarrollar nuestro derecho y deber de trabajar (CE., art.35) Debemos seguir luchando por lo que queremos, por lo que creemos. Pronto lo conseguiremos. No caigamos en el desánimo ni en la desesperación, no perdamos la esperanza, porque aunque las condiciones hoy no sean claras, todavía “tengo un sueño”. Ahí fuera hay un mundo lleno de oportunidades para nosotros, porque estamos preparados y formados, porque tenemos ganas y porque no queremos rendirnos.
Tengo un sueño, que los políticos escuchan a su Pueblo y hacen lo que le pide este Pueblo. Tengo un sueño, que hay realmente igualdad de oportunidades e igualdad ante la ley. Tengo un sueño, que no hay ningún joven que no pueda estudiar ni ningún paciente que no pueda acceder a un tratamiento. Tengo un sueño, que no haya ninguna familia en la que no haya al menos uno de los padres trabajando que les dé de comer a sus hijos. Tengo un sueño, que no haya jóvenes que tengan que exiliarse en busca de trabajo, sino que únicamente se fuesen fuera si así lo decidiesen. Tengo un sueño, que la religión es un derecho respetado y libremente elegido, y no una imposición a la ciudadanía por parte del Estado. Tengo un sueño, que no hay odio entre regiones españolas que buscan diferencias donde hay semejanzas. Tengo un sueño, que haya una sociedad más cívica, humana, responsable y menos crítica destructivamente, que aporta sin esperar nada a cambio. Tengo un sueño, que esta aparente utopía es una realidad para un mundo mejor. Tengo un sueño, tu sueño, nuestro sueño.
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"Anoche soñé que me besabas,
incluso soñé que me querías,
pero luego, de pronto...,
me caí de la cama por soñar con tonterías.."
Un gran escrito referenciando a un gran hombre, M. L. King. A pesar de todo apetece añadir, con transparente humildad, que ese destino está escrito con la pluma de su pasión, estimado Sr. Díaz.
La Revolución que todos anhelamos se acerca al galope agazapada sobre un poderoso corcel, mas proviene de lugares donde el sol brilla débil, aunque ardoroso, determinado y con esmero; hay un largo trecho desde esa remota aldea donde se encierran, tras infranqueables barrotes, la coherencia y la humildad del forzado hombre prisionero.
Por mucho que se obstinen los déspotas botarates de la mayoría absoluta, pronto caerán los chuzos de canto sobre los tejados de sus descuidadas mansiones colmadas de usura, corrupción y mentira, y por ello pagarán pronto sin duda, una larga, cara y bien dolorosa minuta.
Tiempo al tiempo..
Soñar no ocupa lugar, así que racionalmente seguiremos a nuestros sueños sin perdernos en la vigilia de la sombría materialidad.
¡RESISTID! Si podéis.., pronto estos sueños se tornarán en palpable realidad equilibrada de justicia, pero el que quiera peces..
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