recogida de una actualidad con el ánimo de archivo y la opinión personal

jueves, 20 de agosto de 2015

"Cosas" útiles dentro un sistema mecanizado

Haz de ello lo que quieras



Antes de vaticinar un oscuro propósito sobre la vida con estas humildes lineas, cabe pronosticar una leve intencionalidad que manifieste el destino con un cierto aire positivo ante las vicisitudes de nuestra existencia.

El núcleo del pensamiento que acarreamos en el saco de nuestros objetivos siempre debe augurar, con buena voluntad y mucho empeño, una visión próspera de nuestros actos que remarque con intención la finalidad de un proyecto existencial innegablemente firme y provechoso.  Concebir una variación en el dilema de la vida corresponde al esfuerzo en determinar, ya sea buscando un camino más abrupto y dificultoso u otro más llano y confortable, cuando nos disponemos a escoger la vía que nos conducirá a la consecución de ese determinado objetivo fundamental.

Estamos aquí para percibir mediante nuestros cinco sentidos el placer de la plenitud existencial.  Divertirse mediante las situaciones hacia las que conducimos nuestros entornos, sigue siendo el axioma que debiera nutrir nuestro complejo sistema sensorial.  Ahora bien, si la diversión se nos presenta a través de vías que entorpecen y/o corrompen el mismo devenir de los demás, ahí encontramos un punto neutro donde debemos interpelar a la razón de la sacrosantísima ética social.

Todo ser que menosprecie la capacidad del deleite ajeno, debería volver a cursar el método tradicional sobre la doctrina en el respeto y, sobretodo, en la moral.  Debemos seguir vías simples de conducta para obtener simples formas de gozar, como dijo el existencialista Jean Paul Sartre: "mi libertad termina donde empieza la de los demás", o esta parecida: "mis derechos terminan donde empiezan los derechos de los demás", son frases que no se corresponden enteramente con nuestra enrevesada y confusa realidad. Sencillear las cosas complejas forma parte de un empecinado y pertinaz esfuerzo intelectual, además siempre puede quedar algún concepto en la estacada sin poderse analizar. 

Sírvanse, como consulta, de este ejemplo (enlace a pdf) o este otro (mismo enlace pero a editorial) de un autor letrado en el arte de la intolerancia y de la protesta social dentro del marco del derecho contemporáneo, el reputado abogado, jurista, sociólogo, escritor y académico Dr. Roberto Gargarella. Sin duda, un buen matiz de claridad dentro de este caldo descompuesto en el que a duras penas flotamos sorteando los indisolubles ingredientes psico-económicos, psico-políticos y psico-sociales de la actualidad. 




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