La Crisis
es global, y globales son también las razones de su actual aceleración mundial.
Europa,
ni que decir tiene, es el enfermo del planeta, y está exportando a todo el mundo los efectos recesivos
de sus políticas de austeridad. Pero no es sólo la austeridad lo que hace de
Europa la Némesis global. Responsable es más bien la combinación de la ridícula
arquitectura institucional de la Eurozona con la administración del fármaco de
la austeridad, o, para decirlo más propiamente, del veneno de la austeridad.
¿Por qué tuvo que crecer
tanto el sector financiero a expensas de la industria? Mi respuesta es muy
simple::la acumulación de capital nunca deja de seguir la vía de menor resistencia.
Con Europa en
vanguardia de la idiocia organizada, la economía global está experimentando la
Gran-Recesión-Que-No-Tendríamos-Que-Estar-Experimentando. Aun si dispusiéramos
de autoridades que tuvieran un adarme de comprensión de la necesidad de
programar el reciclaje del excedente (una condición necesaria, aunque no
suficiente, para salir de la Crisis), nuestro análisis sólo resultaría
útilmente completo si entrañara una estimación de las tendencias naturales al
fracaso de los mercados de trabajo y monetario. Nada de eso está en el aire. No
hay epifanía a la vista. No se divisa en el horizonte un Roosevelt. De verdad
que me gustaría estar equivocado, o ser lo suficientemente ciego como para no
distinguir los rayos de luz en la lejanía. Mucho me temo, empero, que es que no
están.
Así deberían sentirse algunos tras lecturas de esta guisa, tras verdades claramente espuestas y argumentos que producen una controversia más bien desechable e inaudible, pues el debate que generan no produce la opinión contraria sinó la reflexión de la verdad, la del significado de sus palabras bien certeras. Pero no lo hacen, los cumbristas continúan su camino versado en la avaricia y subjetivismo sin permitir que los demás nutran su esperanza con el alimento engendrado desde su capacidad creadora de riquezas. La generosidad está prácticamente extinguida y, por tanto, la avaricia continua creciendo.
El Sr. Varoufakis, junto con su compañera y artista, Danae Stratou, formada en el elitista Saint Martin's College of Art de Londres, viajaron antes de la caida de G.Sachs largo y tendido para la realización de un proyecto de arte singular. Un viaje en el que pretendieron mostrar (en sus propias palabras):
Siete heridas abiertas. Siete líneas del planeta donde la tensión política, económica, nacionalista o religiosa hace tiempo que forma unas divisiones impenetrables. Algunos constituyen referencias naturales mediante las que los seres humanos se han apropiado como elementos divisores, otras son completamente artificiales. Algunas coinciden con las fronteras estatales mal definidas, por lo general las líneas de cese del fuego. Todas ellas se basan en cuestiones no resueltas y demandas implacables. Ellas adquieren fluidez, incertidumbre, muerte. Alrededor de ellas, sin embargo, el deseo abunda para una vida normal.. He viajado y me he quedado en esos lugares, capturando con imágenes fijas fotográficas los dos lados de cada división. Volé, conduje y caminé a lo largo de sesenta mil kilómetros. Vagué y hablé con la gente que vive en estas zonas grises, en las "tierras de nadie". De las 15.000 fotografías resultantes elegí 14 (7 pares). Las configuré, cada una opuesta a su par, creando de esta manera un camino visual, un camino a través de estas oposiciones binarias que sigue la aspiración de sanar, de puentear, para que el ojo de la mente llene el abismo que existe.
Enlace al vídeo de su instalación de la plataforma vimeo.
Estas personas con capacidad y conocimiento en arte y en economía, además de sentido común, son quienes deleitan su existencia con el acto de compartir sus virtudes con el resto de nosotros. Quizás, atendiendo al mensaje de ambos, logremos entender la sensibilidad que emana del concepto de dar, algo cada vez menos generalizado en los días que corren..
No hay comentarios:
Publicar un comentario