Suso de Toro, Zona Crítica 23/07/2013
"..Veremos como acaba todo, pero acaba. Ganaron la guerra, la posguerra y la democracia salida de la Transición. Consiguieron la hegemonía de sus ideas fundamentales entre la población (“la unidad de la patria”, “¡soy español, español, español!”) y nos entretuvieron a todos hipnotizados por un juego de trileros: lo privado funciona mejor que lo público, hay que concentrar las entidades financieras en unas pocas, hay que privatizar porque si no no dan las cuentas, hay que hacerse seguros privados porque el futuro aguarda, Rajoy era menos malo que Aznar, Wert o Gallardón eran “liberales y modernos”...
"..Veremos como acaba todo, pero acaba. Ganaron la guerra, la posguerra y la democracia salida de la Transición. Consiguieron la hegemonía de sus ideas fundamentales entre la población (“la unidad de la patria”, “¡soy español, español, español!”) y nos entretuvieron a todos hipnotizados por un juego de trileros: lo privado funciona mejor que lo público, hay que concentrar las entidades financieras en unas pocas, hay que privatizar porque si no no dan las cuentas, hay que hacerse seguros privados porque el futuro aguarda, Rajoy era menos malo que Aznar, Wert o Gallardón eran “liberales y modernos”...
Hay que dejar el juego. Llegados a un final de etapa histórica toca balance en el juego en este casino: la banca gana y se queda con todo. Ellos, los franquistas, eran los dueños del casino. Hay que dejar el juego". (fuente).
Gracias Ale.
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Una clara explicación sobre la necesidad que España tiene de madurar para curtir este estado panderetero entrenado para mantener sus hipócritas principios fascistas aletargados durante la falsa transición a una democracia irracional.
No olvidemos, sin embargo, que hay muchos otros aposentados en tronos de diversos colores jugando a la competición de los afanosos al juego del "imbécil avaro y el tonto retrasado..", la fuente de comodidades más sencilla y deseada del momento por los reyes de la invención. Éste es un deporte de elitistas y, a la vez, el mecanismo de control que permite hacer proliferar a los altivos y mantener derrumbándose a los pobres de ambición, de esperanza y de razón. Jugar, jugar.., sólo juegan ellos. El resto intenta mediocremente respirar y mantener a flote su esperanza en una vida singular que se reinventa fruto del imprevisto cada vez que sale el sol.
Este desafío al racional seguirá hasta el 2015 sin dudar. Será entonces cuando sabremos si verdaderamente a algunos nos hará falta tirar la toalla y finalmente ser forzados a emigrar..
Sólo hay que promover su uso para hacerlo funcionar..
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