En determinados momentos de inquietud desmesurada, uno puede alcanzar pensamientos que le trasladen a una velocidad increíble hacia la más clara realidad existencial. ¿Para qué venimos a esta vida? y ¿por qué queremos siempre prolongarla para evitar conocer el final?
Rick Elias describió en tres minutos lo que deberíamos recordar cada día recién salidos del volátil sueño del inconsciente, el cual nos extrae de la realidad mundana aquello que resulta totalmente ilusorio, aparente y, categóricamente, más irreal.
A menudo vemos como la dirección de nuestro día se escapa de un control propio y racional, quizá sea debido a esa influencia tan imperativa de nuestro entorno cada vez más diversificado e impositivo o, quizá sea debido a nuestra discapacidad de separar lo verdaderamente importante de lo intrascendente, fútil o más superficial.
Cierto es que de hoy en adelante, después de escuchar con atención el testimonio de este personaje antes anónimo para cualquiera, miraremos atentamente hacia adelante para advertir cómo vamos a continuar..
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