recogida de una actualidad con el ánimo de archivo y la opinión personal

miércoles, 31 de octubre de 2012

UN SUEÑO DE TERROR: la ignorancia vuelta estupidez



Seguir en youtube para los siguientes episodios del filme fragmentado en diez partes.




A 50 toneladas de filetes de blanco pescado por avión destino al Primer Mundo, casi nadie está libre de no haber comido alguna vez un pescado que se vende en las pescaderías como "mero". Los filetes de "mero" no son los de otra especie que la de la perca del Nilo protagonista de La pesadilla de Darwin. Cada uno de nosotros contribuimos comiendo filetes de "mero" a la realidad que se narra en esta paradoja mortal de la que somos responsables.

Este film, considerado el mejor documental europeo del 2004, empieza con la sombra de gigantescos aviones atravesando el lago Victoria, el lago tropical más grande del mundo, -de 68.000 km2, dos veces la superficie de Cataluña. El ruido ensordecedor de los motores de los aviones de carga acompaña a los centenares de miles de pescadores que diariamente faenan entre redes las aguas del lago a la caza de la inmensa perca del Nilo. En los años 50 y casi clandestinamente, un funcionario colonial relacionado con el departamento de pesca, introdujo esta especie en el lago Victoria que resultó ser un gigantesco y voraz depredador. A lo largo de miles de años, los diferentes géneros de peces de las más de 300 especies endémicas de cíclidos catalogadas, se habían especializado en los diferentes nichos ecológicos del inmenso lago, muchos de ellos ciclando los detritos manteniendo el equilibrio natural y la salud de las aguas. Años después, la perca se ha multiplicado rápidamente, ha extinguido a más de 210 especies de cíclidos provocando la multiplicación de algas, la creciente eutrofización y la consiguiente anoxia en las profundidas del lago. Pero La pesadilla de Darwin no termina aquí; la perca se ha convertido en la especie más capturada, impulsando el florecimiento de una industria privada de procesado y comercialización de filetes destinados, exclusivamente, a la exportación hacia mercados extranjeros. En el año 1970 el volumen de pescado capturado de otras especies ascendía a 100.000 toneladas, veinte años después el volumen de perca capturada alcanzaba las 325.000 toneladas, representando el 65% del volumen total de pesca.

Hubert Saupert deja hablar a los protagonistas del film. A través de miradas tuertas de impotencia de secadores de cabezas de perca, canciones de jóvenes tanzanesas prostitutas de pilotos comerciales y gritos de peleas entre niños de la calle por algo de arroz o de cola, Saupert explica la desgarradora situación de 25 millones de personas que viven en los alrededores del lago, más de la mitad de las cuales se encuentra en situación de desnutrición. Mientras en un bar de pescadores la televisión recuenta los sacos de harina y arroz de donaciones de ayuda internacional que aterrizan para combatir las hambrunas que azotan el país, la exportación anual de perca entre los tres países que se reparten el lago Victoria (Uganda 43%, Tanzania 51% y Kenya 6%) asciende a los 72 millones de kg (datos del 2002). La comunidad local no se pueden permitir ni tan siquiera comprar el pescado que ellos mismos han pescado o que han ayudado procesar. Se limitan a consumir los desperdicios de la industria procesadora y las espinas.

En España el consumo semanal de perca se sitúa cerca de las 150 toneladas y, cada día, dos millones de personas del mundo rico comemos perca del Nilo probablemente sin saberlo, pensando que es filete de un pez inofensivo. Esta cantidad de pescado que comemos en el Primer Mundo cubriría las necesidades básicas de proteina de una tercera parte de la población desnutrida de los alrededores del lago. Un antiguo profesor de escuela reconvertido a pescador no duda en su respuesta enfrentado a la brutalidad con que el mundo desarrollado somete a estas comunidades: “es la ley de la selva, el más fuerte se queda con los recursos y, está claro, que el europeo es más fuerte que el africano”.

No es hasta que el espectador está completamente inmerso en el brutal expolio de las comunidades a las orillas del lago Victoria que Sauper empieza a estirar el hilo de la sorpresa deplorable que nos depara la segunda mitad del film. Mientras un pescador mira a su hijo cómo con los brazos extendidos imita el ruido de un motor de avión, comenta que se sentiría orgulloso que su hijo fuera uno de esos pilotos que transportan pescado a Europa. “Y podría traer muchas cosas de Europa... Podría traer... cosas.” La mirada perdida y el silencio interrogante a modo de respuesta. Las respuestas esquivas de los pilotos comerciales de la antigua Unión Soviética cuando se les pregunta qué mercancía descargan cuando aterrizan hace temer lo peor. Diariamente recogen los últimos cargamentos de filetes y, a cambio, descargan otras "mercancías" que pueden estar destinadas a las innumerables guerras del área central del continente africano.

El director argumenta que “es increible que allí donde un materia prima es descubierta, los habitantes de las comunidades locales mueren en la miseria, sus hijos se convierten en soldados y sus hijas en sirvientas o prostitutas. Escuchar y ver una y otra vez las mismas historias me pone enfermo. Después de centenares de años de esclavitud y colonialismo en África, la globalización de los mercados africanos es la tercera y más aniquiladora forma de humillación para la gente de este continente. La arrogancia de los países ricos hacia el Tercer mundo (que representan 3/4 partes de la humanidad) está creando incomnesurables peligros futuros para todos”.

La pesadilla de Darwin es un film crudo, lleno de detalles y aderezado con una extraña mezcla de la resignación y la dignidad que destilan los protagonistas entrevistados, a los que el director consigue acercarse con asombrosa facilidad. Consigue estar lo suficientemente cerca de pilotos, políticos y propietarios de fábricas procesadoras de filetes para mostrarlos no como villanos sino simplemente como personas que intentan sobrevivir. Precisamente esto es lo que hace el visionado del film más revelador: permite experimentar la brutalidad de las injusticias desde múltiples ángulos con personas "normales", cercanas como protagonistas. Y revelador; después de la dureza de estos 107 minutos, difícilmente alguien puede quedarse sin reaccionar.


Curiosidades...

Con la excusa de la perca del Nilo, el director Hubert Sauper nos propone un documental sobre las miserias de la globalización. Sin embargo reconoce que La pesadilla de Darwin podría haberse realizado en Sierra Leona sólo sustituyendo los peces por diamantes, en Honduras con las bananas, o en Libia, Nigeria o Angola con el petróleo.

Hubert Sauper dedicó varios años a este trabajo para explicar cómo una parte de los seres humanos del planeta muere de hambre porque se les roba la riqueza. El rodaje de esta película duró unos 6 meses de rodaje en África y acumuló unas 200 horas de filmación. Una parte importante del presupuesto del rodaje se volatilizó pagando multas y fianzas.

Este documental no deja indiferente. En Francia hay una campaña de boicot contra la perca del Nilo procedente del Lago Victoria. En España, diversas entidades advierten de la pesadilla que supone la alimentación global con la campaña No te comas el mundo, una propuesta destinada a promover el reconocimiento de la deuda ecológica, la exigencia del derecho a la soberanía alimentaria de todos los ciudadanos y a desmontar los mitos creados sobre esta temática.

La versión en DVD de esta película incluye el escalofriante documental sobre el conflicto en el Zaire a cargo de Hubert Sauper titulado Los Diarios de Kisangani.



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En los tiempos actuales y en sociedades aparentemente desarrolladas, como la de un servidor y la que se supone del actual lector, para uno se convierte en obligatorio el fundamentar la procedencia de los productos de nuestro consumo diario.  Es imperativo intervenir en el proceso de inquirir sobre el origen de lo que compramos y de cómo ha sido manufacturado.  La alimentación no escapa de esta terrible fórmula de cotidianeidad provocada por la devastadora maquinaria de la globalización, el género de actividades que significa para ciertas comunidades su subdesarrollo forzado, la existencia de una realidad infernal totalmente manipulada para el bienestar de otra parte de la humanidad.  

Un deber que es imperativo en el devenir de nuestra existencia si es que nuestro dogma tiene cabida en el pequeño sustrato de la ética más básica y la moral menos emancipada, si en algo nos importa el beber la sangre de una criatura maltratada y condenada por los pocos euros que gastamos en la prensa o en otras sandeces a diario.

Ahí quedan algo más de cién minutos de crudeza retratando con maestría y absoluta crudeza la desgracia que ha volcado la ilusión que un servidor jamás haya tenido para un mundo mejor, por lo menos para un largo momento.








CREACIÓN DEL DINERO: de vuelta a los principios del rigor




Interesante explicación de elementales conceptos que todos deberiamos atender en la escuela,  como pronto, o en el instituto, como tarde.  Se trata de un corte de la producción de Alan Rosenblith "The Money Fix", que puede ser visionada en toda su extensión aquí.  

En el reportaje se examinan los patrones económicos, tanto en lo humano como en el mundo natural, para crear esta lente que nos muestre cómo potenciarnos a nosotros mismos en el rediseño del fluido que corre por las venas de la economía a un nivel comunitario.   La película documenta tres tipos de sistemas monetarios alternativos, todos los cuales ayudan a resolver los problemas económicos de las comunidades en las que operan.  

JULIO ANGUITA: la austeridad y el brasero que se consume..



Esta es la transcripción de un discurso, el referenciado en youtube en el post anterior, de hace más de diez años que, conservando toda vigencia y sobre el eje de la resignación humana, denuncia el sistema social que nos hace cómplices activos de nuestra propia degradación como individuos. Contiene además un análisis de los mecanismos que a través de los medios de (des)información, la cultura, el trabajo y otros modelantes de las relaciones humanas, impiden que nos rebelemos ante lo que deberíamos considerar una situación inadmisible.

fuente 

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Hubo un hombre llamado Galileo Galilei, dedicado al estudio, a horas encerrado viendo astros, sacando las conclusiones de su observación, que descubrió que la Tierra no estaba en el centro del Universo, que se movía, y por tanto, era el Sol el que ocupaba el centro y entorno al cual los planetas, y entre ellos la Tierra, giraban. Aquel descubrimiento se enfrentó a la verdad institucionalizada, del Vaticano, la Iglesia, las creencias populares del momento, y la insistencia en el mantenimiento de lo que él había descubierto, le costó ir a juicio.

Y frente al acusado, cómo podía pensar él que se había equivocado Aristóteles, como podía pensar él que las Sagradas Escrituras mentían. Cómo podía atreverse él, un ingenuo sabio, a pensar que había descubierto algo que fuese en contra de lo que el magisterio de la Santa Madre Iglesia venía diciendo hacía siglos. Y sobre todo, es que acaso el pueblo no aclamaba contra aquel que se atrevía a poner en duda la centralidad del planeta Tierra… Las presiones son tremendas, tiene casi que abjurar. Pero en un momento, en la rebeldía última, y musitando casi con una sonrisa, a lo Saramago, suave pero firme, dice en el italiano natal: E pur se move… (y sin embargo se mueve). Porque los cálculos matemáticos, porque las observaciones, porque el ejercicio de la razón, porque lo que sus ojos estaban viendo noche tras noche, le estaban demostrando que era la Tierra la que se movía.

Pues bien, estamos hoy en la España de 1999, en la Europa de 1999 y en el mundo, en un momento en el que en otras ocasiones de la historia, las sociedades han tenido que escoger un camino u otro. O seguir en la resignación o plantar cara. La resignación es un producto que, como cualquier droga, duerme a la gente, duerme su conciencia. La resignación es como la morfina, la cocaína o la heroína. La resignación es producto de muchas causas. Yo voy a enumerar unas cuantas. La resignación es hija de ese discurso totalizador, cual si fuese una nueva religión. No hay más verdad que la competitividad, no hay más santos ni más poderes que los mercados, la economía tiene que crecer constantemente.
 
¡No hay más verdad que la competitividad, no hay más santos ni más poderes que los mercados!

No importa que se contaminen las aguas, que se contaminen los ríos, los mares o los aires. Competitividad, crecimiento sostenido, y los mercados. Eso es lo único que importa. Su poder no puede ser contestado, y además, nos demuestra la existencia de las propias sociedades que esto es lo que produce bienestar. Y no importa que las personas de la calle vean que ese bienestar no le ha llegado al hijo que tiene que ir a la empresa de trabajo temporal, que le cobra el 40% de la nómina por colocarle en una empresa.

No importa que la persona que todavía tiene una pensión que no llega al salario mínimo interprofesional y está casi a la mitad, 69 mil y pico de pesetas, la mitad de eso, a veces no llega. No importa el paro de aquel que entró en los 45 años, no importa que la mujer, madre y esposa pero que además tiene que trabajar, no cobra lo mismo, igual que el hombre, haciendo la misma tarea, violando artículos enteros de la Carta fundacional de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y texto de la Constitución Española. 

No importa, porque le están diciendo que no hay más bien que la competitividad, lo bien que vivimos, lo bien que vamos, los datos, las cifras… No importa que la gente vea o quiera ver en su entorno y a su alrededor, hechos que están contradiciendo ese mensaje. Porque para que no se vea, o para ser menos hiriente, hay sucedáneos.  Ahí tenéis la televisión, fútbol, mucho fútbol, más fútbol que en épocas anteriores de la historia de España.  Ahí tenéis concursos degrandantes que no alimentan la razón, el estudio, el análisis.  Ahí tenéis la vida de los personajes populares que se diseccionan y se abren para que atisbemos, como si fuéramos aves carroñeras, y olvidando el entorno que tenemos, entremos en lo que ocurre en sus alcobas.  Ahí está toda una literatura de evasión, para que la gente no vea y confunda su existencia real, con la existencia que le ponen en las pantallas o en los informativos.  Para que ocurra aquello que tantas veces digo de la viejecita que al final del siglo XIX estaba vendiendo cerillas, a la puerta del Palacio de la Ópera de Madrid, en un mes de enero a las dos de la madrugada, aterida de frío, y envuelta en una toquilla vendiendo cerillas para poder subsistir.  Y cuando entraban hombres y mujeres envueltos en armiños, en capas, con lujo, con joyas, decían qué bien vivimos en Madrid.  Un caso de alienación, un caso de suplantación, un caso de drogadicción.  La imagen, lo bien que vivimos, las historias de alcoba, las revistas de corazón, las frivolidades, que hacen olvidar lo que ocurre diariamente, o si se ve, se eleva a otra categoría, como si no fuese lo real.

Resignación, además, porque el discurso oficial que baja desde muchos sitios, baja desde los poderes públicos, baja desde las sentencias de los tribunales, desde las cátedras, desde las clases de EGB donde el maestro de escuela va inyectando ya unas determinadas ideas.  Baja desde la televisión, y desde los medios de comunicación.  El discurso de que no hay otra salida, esto es lo único posible.  Y si no fijaros, estamos mal, pero peor estaban en el muro de Berlín.  Y cuando ya se acude a hablar del muro de Berlín es porque no se tienen razones y hay que decir mira qué mal fueron aquellos, porque es la única justificación.  Resignación, porque los pueblos, cuando tienen problemas, no son rebeldes. El que tiene que comer todos los días no puede permitirse el lujo de perder, por un acto de rebeldía, el puesto de trabajo.  La rebeldía siempre ha surgido de aquellos que comían todos los días, ¡de aquí la gran culpabilidad de muchos intelectuales españoles, que comiendo todos los días bien del pesebre bien de su trabajo, no han sabido decir basta a esta situación de degradación!
 
“¡De aquí la gran culpabilidad de muchos intelectuales españoles que no han sabido decir basta a esta situación de degradación!”

La resignación… Una resignación que nace de la evidencia diaria, del paro que es cierto, de ese paro que dicen que se reduce porque la estadística dice que cuando una persona trabaja dos horas a la semana, ya no está parada. Una disminución estadística de los empleos a tiempo parcial, de las horas extraordinarias que se imponen pero que no se cobran, de la angustia de si mañana podré trabajar.  Eso es resignación.  Resignación que cae sobre un pueblo que se da cuenta además, o no se da cuenta porque no le gusta o no quiere verlo, o no dejan verlo, que estamos yendo hacia atrás, que estamos llegando a cotas propias del siglo XIX, que aquella seguridad social para todos, que el tema del subsidio de desempleo va bajando continuamente, en contra de la Declaración Universal de los Derechos Humanos o de la propia Constitución.

Resignación que surge de la culpabilidad del propio parado.  Uno de los éxitos entre comillas del sistema americano es conseguir que el pobre, el miserable, se sienta culpable de su situación.  Es la filosofía calvinista, hija del protestantismo. Tú eres culpable de tu situación. No has sido capaz de triunfar. Esa es la filosofía de la sociedad americana, y si no has triunfado es porque tú eres el responsable. Esta sociedad da oportunidades a todo el mundo. Si tú no has podido hacerlo así, tú eres el culpable. Y entonces el oprimido, el pobrecito, el esclavo, se echa encima la responsabilidad de su situación. Es perfecto el dominio del poder. Un dominio del poder que ya no se basa en la fuerza, en la coacción, en la utilización de la Guardia Civil o del Ejército. Se basa en un dominio mucho más terrible, más duro, el dominio de la mente. Ese opio que cae desde los aparatos de televisor, ese opio que cae desde la sentencia de los tribunales, desde los discursos políticos, que va empapando la mentalidad de la gente y va diciendo calla, calla, calla… Porque si no callas puede ser peor. Esa es la resignación que se produce como consecuencia de sentirse ese parado que él es el autor de su situación, y aquel compañero que ha sido acusado de que cobró una vez indebidamente el seguro de desempleo, aquel miserable, ese es el culpable. No importa que los ladrones de alto copete sean exhibidos como figuras brillantes para enseñarle a los hijos como ejemplo a seguir, porque el miserable que ha estafado solamente un mes del seguro de desempleo es el culpable de todo lo que está ocurriendo. Eso es resignación. Resignación que surge de los medios de comunicación, y no se enfaden las cámaras, no va con vosotros, pero va con los que tienen el poder en vuestras empresas, va contra aquellos que optan por decirle al pueblo una parte de la verdad. Resignación que consiste en dar un credo único, decir todos amén a la competitividad, a la moneda única, estamos mejor que nunca, amén, amén, amén… Es el coro como una letanía, que va uniformando el pensamiento, que va haciendo seres totalmente iguales, como lo que describía Orwell que podía ser el futuro, en 1984.
 
“Un dominio del poder que ya no se basa en la fuerza, en la coacción, sino en uno mucho más terrible: El dominio de la mente”

Esa resignación, por tanto, es hija de una economía, de un sistema político que confunde muchas cosas. Una información que está haciendo surgir en nuestros universitarios, en nuestros institutos, en nuestras academias, en las escuelas básicas, la cultura del si o no, propia del ordenador. La vida está llena de colores, de tonos, y el lenguaje es mucho más vivo cuantas más cosas hay para ser descritas. Si o no. Blanco o negro, derechas o izquierdas. Consteste usted como el ordenador, afirmativo, negativo, afirmativo, negativo. Se busca ya, no el ser humano pensante capaz de la reflexión, de la duda o de la inquietud, se busca el esclavo sin pensamiento, y por eso no se quiere la historia, y por eso se desdeña la memoria, porque los seres humanos somos hijos de la memoria. Yo soy lo que soy porque viví con mis padres, mis recuerdos, mi historia, mis vivencias… Yo soy la actualización de todo un pasado que está vivo. Si me quitan la memoria soy un zombi, un muerto viviente, y queremos pueblos de muertos vivientes, que se estimulen por el ultimo partido del Barça-Madrid, que se estimulen con la última historia de tal o cual conde, o de tal o cual señora. Que digan en los corrillos, incluso en los parlamentos y en los lugares donde había que debatirse de los problemas, se cuenten chistes de la vida privada, para olvidar la tremenda realidad. Escapismo, droga, igual que la heroína, igual que la cocaína, droga, escapismo. Sedar el pensamiento, aniquilar el espíritu crítico y fomentar la resignación… Y frivolidad, mucha frivolidad. Y por tanto la política entendida como compra-venta de votos. No importa qué es lo que quiere el pueblo. Un pueblo al cual convenientemente se le va a decir lo que quiere, a través de determinados medios. ¿Más fútbol? Pues más fútbol. Es que yo pienso que… No, tú tienes que decir lo que le guste al pueblo, al cual yo mediante medios de comunicación finísimos, le voy diciendo qué es lo que le conviene. Pero yo represento un proyecto, yo quiero explicar mi proyecto, yo quiero dirigirme a mi pueblo, del cual formo parte, para decirle el punto de vista de nuestra organización. No, no, no, lo que conviene es que ganes votos.
 
“Sedar el pensamiento, aniquilar el espíritu crítico, fomentar la resignación, y frivolidad, mucha frivolidad”

Eso no está bien dicho. Tienes que ser respetable, tienes que hablar y decir lo políticamente correcto, el buen tono, como el chico de la burguesía del siglo XIX, niño eso no se hace, eso no se dice. Tú lo haces por bajo cuerda, porque todo debe permanecer como si aquí no ocurriera nada, es decir, la cultura de la hipocresía. Crear una sociedad hipócrita, que miente a sabiendas, que sabe que está diciendo algo que nadie cree, pero lo importante no es decirlo, lo importante es hacerlo pero que no se diga. Y ese cáncer va avanzando, degradando, corrompiendo y aniquilando las fuerzas para combatir, y esto es un camino sin duda dulce, es la muerte lenta, como se consume un brasero, como van muriendo aquellos que beben la cicuta, muerte que le dieron al gran Sócrates. Va durmiendo paulatinamente todo el organismo y se muere uno con la sonrisa en los labios, ¡pero muere!

Y el otro camino es la rebeldía. Pero la rebeldía no es un gesto altisonante, no es un grito, no es un insulto, no es una pedrada, no es una mala contestación. Es mucho más profundo. La rebeldía es un grito de la inteligencia y la voluntad que dice, y lo voy a decir en roman paladino, ¡no me da la gana de decirle que sí a esta actual situación! ¿Por qué? ¡Porque no quiero! Y me niego a decirle que sí, porque entiendo que puede haber otra situación, y por tanto yo no asumo esta podredumbre y no participo de ella, y lucho contra ella. Y esta actitud es una actitud intelectual. Y cuando digo intelectual no quiero hablar de universitarios, sino de la mente de cualquier ser humano. Es un posicionamiento que nace de la mente y del corazón, del fuego de querer cambiar, esta es la rebeldía fundamental. Lo otro son voces, son chillidos, son insultos, son graznidos, dale caña, circo romano… No, no, la rebeldía no es ni más ni menos que el posicionamiento con otros valores y la decisión de hacerle frente. Rebeldía para decir que no aceptamos que la competitividad y el mercado sean los que rijan los destinos de las sociedades, que entendemos que hay una Declaración Universal de los Derechos Humanos que tiene que cumplirse, y que eso significa sociedad de pleno empleo, donde el hombre y la mujer sean exactamente iguales, donde no haya marginados, y que costará mucho tiempo y mucho sacrificio, pero es hermoso el luchar, incluso morir por eso. Porque morir tenemos que morir, ¡muramos por lo menos luchando por un ideal noble y no consumiéndonos como un brasero!
 
“Porque morir tenemos que morir, ¡muramos por lo menos luchando por un ideal noble y no consumiéndonos como un brasero!”

Y esa rebeldía fundacional en cuanto a entidad humana, significa defender con esa suave ironía, con esa tranquilidad que el maestro Saramago hace, porque es una gloria verlo contestar a los periodistas con esa suave ironía, con esa tremenda dureza de fondo pero flexibilidad en el lenguaje, significa defender que hay valores que deben ser mantenidos… El hermoso valor de la igualdad. Como decía uno, la sangre es roja y todos la tenemos roja, no hay sangre azul, y además, como decía otro, todos los corazones, salvo alguna excepción, están a la izquierda. Por tanto, esa igualdad que hace que los seres humanos nazcan de la misma manera. Una igualdad esencial, no igualitarismo, y dignidad de la persona por ser lo que es, persona.

Y junto a la igualdad, la libertad. Pero hablar de libertad es algo muy grande, porque libertad es asumir que se tiene la conciencia libre, que no es lo mismo que libertad de conciencia. La conciencia libre significa que puedo decidir si yo tengo todos los elementos para formular mi decisión. Estoy bien informado, estoy bien formado, me alimento todos los días, tengo un techo donde guarecerme, tengo ropa que ponerme, y una vez que tengo mis necesidades más elementales satisfechas, yo puedo empezar a pensar para ser un hombre libre. Porque si yo tengo que buscar el trabajo trampeando como sea, poniéndome en la cola del paro, vendiéndome por cuatro perras porque tenemos que comer mis hijos y yo, yo no soy un hombre libre aunque mañana me permitan votar en la urnas. Yo voy movido por mi hambre, por mi necesidad de tener que venderme en todo momento para el trabajo.

Y junto a la libertad, el sentido esplendido de la palabra justicia. Y no hablo de tribunales de justicia. Hablo de eso tan sencillo de dar a cada uno lo suyo, que impere el derecho, que no haya distinciones, que todo el mundo sea dividido por igual rasero, el rasero de la ley. La justicia que consiste además en conformar una sociedad. La ley es la que puede hacer posible que conviva la gente en sociedad, mientras que la ley sea justa y se aplique con justicia a todos igual. Solidaridad… Es un mensaje que nos puede hermanar a todos, a todos aquellos que hablaban sobre el internacionalismo proletario, que sigue estando vigente. Aquellos que hablan de la hermandad de los seres humanos, y porque hacen referencia a sus creencias basadas en la teología de liberación, a otros que hablan desde otros supuestos de liberación humana, otras propuestas de liberación… De acuerdo. Solidaridad, que consiste en afirmar tranquila y serenamente, que no merece la pena luchar por banderas, que la única bandera es la bandera del planeta Tierra, y la humanidad es una sola raza, una sola y única raza, y que merece la pena luchar por ella.

Y esto es muy importante: Estar informado. Hay diferencia entre la noticia y la información. La noticia es una mercancía que se da para que se consuma; la información es un dato que se da para que la gente piense y a partir de ahí, extraiga sus consecuencias. Y desde la izquierda, hablar de austeridad. A mí particularmente me gusta esta palabra. La austeridad, palabra que vertebró un discurso de Enrico Berlinguer, aquel secretario general del partido comunista italiano que murió en la tribuna, hablando precisamente de austeridad. La austeridad en el sentido romano, mediterráneo… Austeridad no es miseria. Austeridad significa vivir dignamente, normalmente, no malgastar los recursos naturales, pooseer uno cosas, y no que las cosas le posean a uno. No ir constantemente atentando contra la naturaleza en un consumismo feroz. Austeridad significa tiempo libre para discutir y dialogar con los demás, para jugar, para hacer posible el amor entre seres que se conocen, para convivir en la calle, en la plaza, en el ágora griega.
 
“Austeridad no es miseria, sino vivir dignamente. Poseer uno cosas, y no que las cosas lo posean a uno”

Austeridad que significa que la mejor manera de vivir es tener relaciones con otro en un plano de igualdad, sintiéndose hombres y mujeres libres en una sociedad democrática. Austeridad que hace que nos miren a todos como seres humanos, y no por nuestra capacidad de consumo. Yo me niego como ser humano a que digan que soy un español que consume tantas salchichas o tantos coches al año. Eso no es la austeridad, eso es medir al ser humano por otro talante. Austeridad que significa, con otra palabra, sobriedad. Hablar de cosas concretas, hablar de cosas que son importantes. Incluso cuando se utiliza el lenguaje para crear belleza, para hacer pensar, como nuestro premio Nobel, se utiliza desde la sobriedad, porque las palabras cayendo en cascada, uniéndose, recreándose constantemente, hacen pensar, hacen conseguir nuevas ideas. Humanizan. Esa es la austeridad y esa es la sobriedad. Y a partir de ahí, es cuando comienza el discurso y la propuesta de una sociedad de pleno empleo, de desarrollo sostenible, de reparto del trabajo, es decir, el recurso rojo, verde, violeta, el discurso de la paz. ¡Paz! Y la paz no es la ausencia de guerra, la paz es por ejemplo que el día nueve estemos llenando Rota, porque quieren transformar la base militar en una superbase, violando el punto tercero de lo que acordó el pueblo español en referéndum, en 1986. La paz significa que mañana 1.200 hombres y aviones españoles que cuestan un dinero, no puedan entrar en la antigua Yugoslavia, porque no ha sido consultado a las Cortes Generales y porque se ha violado nuevamente el artículo 62 de la Constitución. Significa por tanto hablar de paz. Paz como justicia, por el entendimiento entre seres iguales que son capaces de razonar.

Los mecanismos son los de siempre: La movilización. ¿Qué es movilizar? Desde la izquierda, movilizar no ha sido sólo llenar las calles de gente, que también. Movilizar ha sido concienciar. Nosotros, los que queremos pensar por nuestra cuenta, existimos para perturbar a los demás. Si hay aquí algún creyente me dirijo a él para recordarle la frase que hoy explicaba en la universidad, cuando una persona, un compañero que era representante, parece ser, de la teología de liberación, me preguntaba, y le recordaba yo un pasaje del Evangelio. Decía mirad, una de las cosas que figuran en el evangelio, cuando le preguntan a Jesús de Galilea, tú que has venido aquí, ¿a traer la paz? Y dice, yo no, he venido a traer la guerra. ¿Y qué quería decir? He venido a concienciar, a perturbar. Nosotros no queremos gente tranquila, drogada, queremos gente inquieta. Venimos a perturbar, a agitar el cerebro, a mover conciencias. Existimos en la medida en que movilicemos el pensamiento. Como decía en aquella Iglesia del barrio del Naranjo de Córdoba: ¡Levántate y piensa! Es lo más revolucionario que he visto en mi vida, porque la rebeldía empieza aquí, en la cabeza, que dice ¡no sirvo, no me da la gana, no quiero estos valores!. Movilización que significa, por tanto, ese esfuerzo por pensar y por hacer pensar.
 
“Venimos a perturbar, a agitar el cerebro, a mover conciencias”

La característica fundamental de los grandes revolucionarios de la historia fue que hicieron pensar. La revolución la hicieron las gentes, las masas, los colectivos, pero el valor de ellos es el pensamiento que pusieron en marcha, es el concepto de la movilización, entorno a lo concreto, y con las alianzas de todo el pueblo. Por eso hacemos llamamientos, queremos unidad, pero no para repartirse sillones, sino para hacer programas de transformación. ¿Qué hacemos en el pueblo, qué hacemos en la comunidad autónoma, qué hacemos en España, qué hacemos en Europa? Alianzas. Alianzas entre gentes que coinciden básicamente, parece ser, por lo menos teóricamente, en que quieren cambiar el mundo. Pongámonos de acuerdo en que podemos cambiarlo ahora. Pero cambiar un sillón por otro, eso ya no es correcto, eso lo hacen los otros desde tiempo inmemorial.

Y por último la cultura. La palabra cultura viene de cultivo. Cultivarse, hacerse ser humano cada día más. La cultura no es saber muchas cosas. La cultura es captar todo aquello que la humanidad ha ido produciendo y que nos mueve desde el arte al estremecimiento, por degustar la belleza, a entender cómo la humanidad ha ido superando determinados problemas. Un hombre culto no es un hombre que esté rodeado de libros, que también puede ser. Un hombre culto es un hombre que mira al mundo con mirada independiente y libre. Un hombre culto puede ser un campesino de nuestras tierras. Cuando rebina, palabra que utilizan en mi tierra, está pensando, pero puede calcular las cosas, piensa como quiere, es un hombre que tiene un tipo de cultura. Y ese hombre que a lo mejor no sabe leer, le puede dar la mano a otro culto de la universidad que sabe más cosas, pero está en la onda de la cultura, porque ambos confluyen desde su sentido de hombres libres con capacidad para pensar. Y en fin, en el acto de hoy, donde ahora va tomar la palabra el maestro Saramago, y dicho con todo cariño, en el sentido de ejercicio de sencillez y de hondura. La voz de Izquierda Unida esta noche no ha hablado de programas. Hemos hablado, y os lo confieso, de lo que nos mueve a nosotros. No sé lo que ocurrirá en los próximos meses y los próximos años, pero la decisión de mantener este discurso es firme por nuestra parte. La vamos a seguir manteniendo, no la pensamos cambiar”.

Julio Anguita, 1999

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Un discurso a la vieja usanza que mantiene el carácter, el talante, el criterio y la emoción que siente su emisor por una política transgresora para la radicalización de la solidaridad.  El discurso que levanta, más de una década más tarde, los ánimos contra las medidas de presión sobre los derechos y los valores que perdemos día tras día con los gobernantes actuales.  

Austeridad que significa sobriedad, hablar de cosas concretas es lo que queremos oir, ¿verdad?

Resurge el discurso de la izquierda.

Veremos, si ganan adeptos y posiciones en el poder, si lo utilizan de forma coherente y no como lo observado hasta la fecha por sus colegas en los paises de regimenes comunistas derrocados, donde la sociedad ha vivido soslayada verdaderamente al poder central, y éste, se ha mantenido preservando todas las comodidades y lujos derivados de la explotación de los trabajadores..  

Es tiempo de revolución, eso seguro..





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martes, 30 de octubre de 2012

MIEDO AL MIEDO y el adiestramiento de las ranas



Entrevista realizada a José Mujica por Jesús Quintero para el ciclo uruguayo de su programa "El Perro Verde" a mediados de la década de los noventa. Transmitido por Teledoce.


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La policía griega ha detenido el domingo al periodista Costas Vaxevanis por la publicación de una lista con más de 2.000 nombres de empresarios, profesionales y algunos políticos sospechosos de evadir impuestos. La lista fue entregada en 2010 por la directora del FMI, Christine Lagarde, cuando era ministra francesa de Hacienda, a las autoridades de Atenas e incluía los nombres de griegos con cuentas en bancos suizos.

Vaxevanis publicó el sábado la lista íntegra en el semanario Hot Doc. Previendo que podía ser detenido, el reportero denunció que se iba a producir un intento de silenciarle: "En vez de arrestar a los evasores fiscales y a los ministros que tuvieron la lista en sus manos, van a intentar arrestar a la verdad y a la libertad de la prensa".


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Entrelazar ambas historias bien merece el breve esfuerzo racional.  Basta con desenredar un hilo de senzatez en este embrollo que surge de nuestra complicada realidad.  Tratatando de aislar algún síntoma de esa enfermedad crónica que oculta sus manifestaciones de la masa colectiva, para tratarlo y erradicarlo para siempre.  Perseverando en el concepto de que la falta de progreso en la recuperación o el empeoramiento de los síntomas pueden desencadenar pensamientos negativos y aumentar los sentimientos de ansiedad y tristeza, que con frecuencia llevan a la depresión, la enfermedad que describe el estado social globalizado.  La vida sencilla o la vida compleja, ¿cuál es la buena vida?  ¿Hacer el bien para compartirlo o hacer el mal para concentrar ese bien para uno mismo?  El miedo que desarrola sentir miedo ha sido siempre el alimento de la esclavitud en nuestro planeta, el método de control que los poderosos ejercitan sobre el inculto pueblo votante.
  
El periodista griego C. Vaxevanis, arriba comentado, es perseguido por publicar documentos privados, al igual que en el mes de julio hicimos en Barcelona con Falciani, el pirata informático convicto por apoderarse e intentar vender informaciones a un banco libanés y a varios servicios secretos europeos del gran banco HSBC en el que trabajó.  Falciani pirateó en su entidad ciento trenta mil ficheros informáticos con cuentas de clientes, entre ellos miles de supuestos defraudadores, y los entregó a la fiscalía francesa. Gracias a esos datos, ese país logró recuperar unos mil doscientos millones defraudados, según Le Monde.

Parece que la vida de cada uno se complica a raíz del desarrollo intelectual que acomete, impregnando a su entorno inmediato de esta confusión y desmesurada dificultad.  Por mucho que uno se obstine en hacer el bien a través de sus esfuerzos, el sistema creado lo concentra y desprotege para recluirlo y abandonarlo fuera de la circulación.  También lo observamos con Marta Sibina en el caso de su revista café amb llet, quienes han sufrido sentencia adversa por destapar malversaciones financieras en dos hospitales catalanes. 
 
El fracaso de la vida en el campo de la sencillez, como bien prodiga el honorable José Mujica, quien adiestraba ranas y escuchaba gritar a las hormigas de joven, da paso a la compleja red de desarrollo en el que se ha convertido nuestra realidad de campo en las sociedades más avanzadas, donde cada nexo en la compleja y enmarañada red está constituido por una infinidad de estrategias para el desarrollo de algún campo intelectual, como en el entramado neuronal de nuestro cerebro.

El factor humano relacionado con la investigación y el desarrollo ha llegado a cotas inimaginables de creación y conocimiento.  El devenir es tan rápido que en cada quinquenio evolucionamos al mismo régimen que hicimos en el decenio anterior y así sucesivamente.  El empuje es supremo y la necesidad cada día más ferviente.  Hay incluso reputados científicos que sostienen que el niño que va a vivir mil años ya ha nacido, como afirma el investigador de Ph.D. otorgado por la Universidad de Cambridge Aubrey de Grey, quien centra su trabajo en el concepto de que envejecer es meramente una enfermedad y, por tanto, tratable y curable médicamente.  

Claro es pensar en que las soluciones a todo este embrollo no surgen de un mismo dogma intelectual.  Los campos de estudio aplicados al concepto de la complejidad son varios y sus soluciones, por tanto, varias deben de ser. Si consolidamos la evolución en el campo de la medicina, la indústria farmacéutica, el desarrollo aeroespacial, avances en los ámbitos sociales, políticos y, sobretodo, en el campo de la economía, ¿qué nos quedaría?  Este remanente, constituye precisamente la calidad de vida con la que vivimos en la actualidad.  Ese incremento temporal superlativo y en ciertos casos totalmente innecesario en comodidad, seguridad y salubridad ofrecido por un sistema que hemos creado, mantenido y potenciado nosotros mismos.  Este panorama que mantiene nuestras vidas en un constante proceso de elongación y vigorosidad, aunque la composición del medio en el que se desarrolle sea cada vez más duro de controlar mental y físicamente.

Quizás si nos dedicaramos al adiestramiento de ranas entenderíamos mejor porque hemos sido particularmente agraciados con el milagro de la vida y pensaríamos menos en cómo sacarle partido económico a cualquier actividad, incluso a la de las ranas.  Aunque quizás no sabríamos lo suficiente como para llegar a dicha dedicación pedagógica sin una motivación inherente material.


   







  

viernes, 26 de octubre de 2012

"GOLPISTA CON CORBATA Y UN A8": Albert Rivera ¿baila con la razón?



El bilingüe discurso del pasado mes de Albert Rivera en sesión plenaria contiene tremendas verdades que confinan al Sr. Mas en la penumbra alejada de los enérgicos focos de luz que ha creado para sí nuestro president, desde las multitudinarias manifestaciones de independentismo surgidas después de la Diada Nacional de Catalunya del pasado once de setiembre.

No se pretende condenar las voluntades políticas del president, sinó difundir el contexto de palabrarería que contienen todos los predicados de los políticos del presente, en especial los del Sr. Mas.  El momento político en Catalunña concibe que todos personifiquen el si y el no ante el dilema de la transgresión al independentismo.  El pueblo catalán se autodignifica con la falsa e invisible esperanza de que cualquier estado social y político será mejor que el existente en la actualidad.  No se entiende nada en la calle.

El portavoz de SI, Alfons López Tena, en el mismo día:

  "Tenim el mateix PIB que Dinamarca o Israel i el doble que Eslovàquia. Tenim un poble que després de tota la persecució està viu i és l'únic de tota Europa a qui li llueixen els ulls d'esperança i il·lusió".

(No traducido por su obvia inteligibilidad)


Leamos ahora las advertencias de nuestro venerado professor con referencia a las políticas de CIU:
  

-Las contradicciones del argumentario de CiU

En la línea argumentativa de CiU hay varios hechos que se ignoran y/o ocultan. Veamos los datos. La deuda de la Generalitat pasó de ser el 7% del PIB catalán en 2003 (cuando inició su mandato el primer tripartito) al 17% en 2010 (cuando terminó el mandato del 2º Gobierno tripartito). Durante este periodo, el gasto público social en los servicios públicos del Estado del bienestar subieron como nunca antes habían subido: en esos cuatro años se aumentó el gasto en protección social en 1.025 euros por habitante, pasando de 3.781 euros a 4.806 euros, mientras que en los cuatro años anteriores el aumento había sido de 768 euros, es decir 257 euros por habitante menos.

En 2010, el Gobierno Mas comenzó su gobierno con el intento de bajar tal deuda pública. Pero a pesar de los enormes recortes, cuya intensidad no tenía precedentes ni en Catalunya ni en España, la deuda pública se disparó pasando del 17% del PIB en Catalunya al 22% en 2012, uno de los mayores incrementos de la deuda pública ocurridos en los países de la Eurozona. Las causas de ello eran previsibles, marginadas cuando no insultadas en tales medios públicos de la Generalitat.

Los recortes del Gobierno Mas, junto con los del Gobierno del PP (aprobados en las Cortes Españolas con el apoyo del partido gobernante en la Generalitat de Catalunya, CiU), acentuaron de una manera muy marcada la recesión económica, con la consecuente bajada de actividad económica y disminución de los ingresos al Estado. Se ha mostrado una vez más que las políticas de austeridad han sido un suicidio económico, tal como incluso el Fondo Monetario Internacional (que ha sido una de las instituciones que más ha presionado a los gobiernos para que se hagan tales recortes de gasto público, incluyendo el social) ha tenido que reconocer en un reciente informe.

Pero la otra causa del descenso de los ingresos al Estado era la bajada de impuestos que el Gobierno español, con el apoyo de CiU había llevado a cabo durante el periodo de expansión económica. Tal bajada de impuestos creó un crecimiento del déficit público estructural del Estado (y de la Generalitat), dato silenciado en la mayoría de medios de la Generalitat de Catalunya.  En realidad, según los datos del Ministerio de Hacienda, la aplicación de la reforma fiscal del 2006 (aprobada con el apoyo de CiU) a nivel del estado español (y que naturalmente afectó a los ingresos de la Generalitat) significó una bajada de ingresos (equivalente a 19.540 millones de euros) en 2007, bajada de impuestos que fue muy acentuada en el impuesto de Sociedades y en las rentas superiores. 

El impacto de tal bajada de impuestos en los ingresos al Estado, que también afectaba a la Generalitat, ha sido una de las noticias menos visibles en los medios de mayor difusión en Catalunya. Tal bajada de impuestos causó, un aumento del déficit público estructural, tanto del Estado como de la Generalitat de Catalunya, déficit que apareció con toda claridad cuando el crecimiento económico se frenó y finalmente se colapsó, resultado del estallido de la burbuja inmobiliaria.


-Cómo respondió CiU a la crisis

Cuando el déficit público se incrementó, la respuesta de CiU fue apoyar medidas de recortes de gasto público llevadas a cabo por los gobiernos españoles y más tarde, cuando gobernó la Generalitat de Catalunya, realizarlas con gran intensidad con la intención –según declaraciones de los portavoces del Gobierno CiU- de impresionar a Bruselas de la “seriedad y compromiso del Gobierno de la Generalitat”, homologando seriedad con la voluntad de tomar medidas impopulares (tal como también ha dicho y hecho el portavoz del Gobierno del PP en España). Estos recortes se hicieron con el argumento de que “no había otra alternativa”, mensaje promovido activamente por los medios de información, tanto públicos como privados, ocultando que sí que había alternativas. Veámoslas.

CiU aprobó en las Cortes Españolas la propuesta del Gobierno Zapatero de congelar las pensiones, incluyendo, naturalmente, las pensiones catalanas (con el fin de ahorrar 1.200 millones de euros, dedicados a reducir el déficit público). Podría haber tomado, sin embargo, otras medidas que hubieran conseguido incluso más fondos. Así, CiU podría haber apoyado el mantenimiento del impuesto de patrimonio (con lo cual se habrían conseguido 2.100 millones de euros) en lugar de eliminarlo, como hizo. O podría haber apoyado la eliminación de las rebajas (que respaldó) en el impuesto de sucesiones (por valor de 2.552 millones de euros), o podría haber apoyado revertir la bajada de impuestos (que había aprobado) de las personas que ingresaban más de 120.000 euros al año, consiguiendo 2.500 millones.

Un tanto idéntico podría haber hecho con los recortes, incluso más intentos, realizados por el Gobierno del PP, presidido por el Sr. Rajoy. Así, en lugar de apoyar los recortes del Gobierno Rajoy (que han impuesto una reducción de 6.000 millones de euros en la sanidad pública, que tendrá como consecuencia el desmantelamiento de tal servicio público), CiU podría haber apoyado la anulación de la bajada de impuestos de sociedades (que CiU había aprobado) de las grandes empresas que facturan más de 150 millones de euros al año (que representan un 0,12% de todas las empresas de España), consiguiendo con ello 5.300 millones de euros para el erario público (incluyendo a la Generalitat de Catalunya).

O CiU podría haber apoyado en las Cortes Españolas la reducción del subsidio que el Estado da a la Iglesia Católica para impartir docencia de religión católica en las escuelas públicas (incluidas las catalanas) a fin de ahorrar 600 millones de euros, permitiendo evitar los recortes a los servicios domiciliarios a las personas con discapacidades y dependientes. Y aquí, en Catalunya, el Gobierno CiU podría haber reducido su déficit a base de aumentar los ingresos a la Generalitat de Catalunya en lugar de centrarse tanto en los recortes. Incluso el Gobierno Cameron de Gran Bretaña, con afinidades políticas a las del Gobierno Mas, intentó reducir el déficit público, no sólo recortando el gasto público, sino también aumentando los impuestos. El Gobierno Obama de EEUU  intentó una reducción del déficit a base de un equilibrio 50%/50%. Y el Gobierno socialista francés acaba de aprobar un presupuesto en el que el 80% de la reducción del déficit público se ha hecho a costa de aumentar los impuestos del capital y de las grandes fortunas, y sólo un 20% a base de más recortes del gasto público. No así el Gobierno Mas. El 98% de la reducción del déficit se ha hecho a base de recortes.




Artur Mas, en una respuesta a Albert Rivera muy previa a la fecha de los videos enlazados en la parte superior, demuestra su carácter y capacidad intelectual ante las acusaciones del número uno de Ciutadans.  Su predicado, a nuestro entender algo vago y carente de significación concisa, está delineado con el absurdo lenguaje siempre utilizado en el campo de la lejislación y no el que debería ser en un emplazamiento donde la comunicación correspondería en una claridad cristalina, incluso cuando uno debe defender sus argumentos con precisiones y no salpicaduras de otro campos que no vienen al caso.

El apoyo a ciertas nociones de separatismo de otros frentes políticos derivan la atención de los aspectos fundamentales de la política catalana acual.  Los grupos políticos independentistas se suben al iluminado carro de Mas para obtener su apoyo en el próspero futuro próximo.  El Sr. Mas está deliberadamente desviando la atención del pueblo catalán más ignorante (las mayorias) hacia el contexto del resurgir económicamente de una marcada crisis.  Su estupidez, coincide con la vulnerabilidad que todo el pueblo europeo mantiene desentendiendo que esta crisis está manipulada por las manos de los que siguen en las cúpulas o los áticos de los edificios más caros de sus capitales, aquellos que inyectan importantes flujos de capital para hacer sus pilares políticos más altos y resistentes, muy a pesar de los multitudinarios toques de atención de tantas fuentes de opinión genuinas y certeras.

La voz popular catalana persiste en el absurdo entender que con Mas nos irá mejor económicamente porque su potencia discursiva y poder de partido implantará, tras su reelección, la secesión en Cataluña del territorio político y económico del conjunto de España.  

"No es un divorcio, es una emancipación", dice el president, desgraciadamente pronto veremos de qué nos está hablando este poderoso y ambicioso individuo, si de independencia leal o de algo más vulnerable y ligado a la economía de un estado que está harto del, histórico ya, expolio económico.  

Ya veremos qué dice el president cuando las multinacionales y grandes empresas dejen de marchar por las vías potenciadas por el gobierno central español, veremos donde vamos a colocar a todos los trabajadores inmigrados, a sus hijos y a los propios catalanes puros en un territorio inundado de bloqueos y obstrucciones económicas nacionales e internacionales, tal y como nos apunta nuestro estimado professor las políticas e instituciones estan diseñadas para defender los intereses del capital financiero y lo están haciendo muy bien. Lo cual se hace a costa de que a la gente le vaya muy mal. 



un golpista entrando en el A8



Ojalá sean algo más listos de lo que demuestran en el Parlament.