Extracto de un post escrito por nuestro estimado Sr. Manuel Saco en eldiario.es:
.. Mientras esperamos a que alguien elabore un estudio científico y
detallado de por qué una España de micropatrias sería mucho más próspera
y, sobre todo, más justa, que esta España que se inventaron los Reyes
Católicos, tengo a los nacionalismos bajo sospecha, no tanto por
análisis, como por descarte. Es decir, me cuesta pensar que la división
en micropatrias sea lo mejor para la derecha del PNV o de CiU, y a la
vez también sea lo más adecuado para las izquierdas independentistas.
¿Qué piensa hacer gente tan dispar con su micropatria una vez se adueñen
de ella?..
Gracias Ale
-----------------------------------------------------------
Estimado Sr. Manuel Saco,
esta vez, discrepando de su obvia reflexión condenatoria, hemos de pronunciar nuestro afán aclarador lejos de la justificación y cerca de la imposición del más obvio equilibrio de la racionalidad.
El nacionalismo es malo, sin duda. La voluntad de separar seres humanos que por naturaleza son gregarios, es obviamente un error de principios. No obstante nos gustaría apuntarle que no descuide que la escala del grupo en el que se desarrolla una relación de convivencia genera su propio carácter y, por tanto, su forma de interactuar.
Es bien sabido que hay múltiples civilizaciones en el planeta que, por su planteamiento educativo y evolución histórica, desarrollan de forma suprema su interacción convivencial, con airosa notoriedad y solvente consecución. El caso que podemos denominar en términos biológicos de relación mutualista entre seres de diferentes especies. Como hablamos de una misma especie, entonces se la denomina cooperación, cuando dos individuos se benefician entre sí y mejoran sus aptitudes biológicas. Estas sociedades han crecido manteniendo puros los principios de la colaboración y el régimen de ayuda mutua con una fuerza determinante, los resultados son asombrosos.
Visto desde el ángulo biológico (al fin y al cabo no somos más que eso), el nacionalismo que crece en nuestro territorio nace del opuesto a esta idea científica. Se trata sólo del efecto del parasitismo en el que parte de algunas civilizaciones se convierten mediante la manipulación del carácter de algunos de sus integrantes. La relación por la cual se beneficia a ciertos individuos y, lo que es peor, otros ven disminuidas sus aptitudes biológicas. En ciertos casos pueden concebirse como relaciones depredadoras. El parasitismo puede ser considerado un caso particular de depredación
o, para usar un término menos equívoco, de consumo. Los parásitos que
viven dentro del huésped u organismo hospedador se llaman endoparásitos (wikipedia), como podríamos derivar del caso de convivencia en un mismo contexto, "cuerpo" o territorio nacional, como nuestra vanagloriosa piel de toro.
Es por esta razón que el nacionalismo crece entre nosotros. Gente que ni se lo planteaba en el pasado ahora lo observa como única via de escape a tanta opresión. Empezando por la provocada por el expolio económico que llevamos sufriendo históricamente en Catalunya, pasando por el pésimo nivel de respeto que obtenemos del resto del país por razones intolerables y que no se generan en nuestro territorio, y acabando en el uso propagandístico y vergonzoso con el que algunos (el Sr. Mas) están utilizando estas ideas repletas de fundamento e histórica razón.
Pero no tenga miedo, el territorio de micropátrias, al que usted alude, será mucho mejor como motor que genera riquezas. A veces es mejor diez motores de mil cm3 que uno de mil. Si falla uno quedan nueve para tirar del carro. Si falla el de mil, te quedas colgado.
Algún comentario sobre su post con el divide y vencerás ha hecho plantear alguna duda sobre la fortaleza del concepto expuesto, aunque rápidamente se ha desvanecido al concluir que hoy por hoy no hay ni puede haber un conflicto armado que vulnere nuestros protegidos territorios a la vieja usanza. El ser humano ha crecido en inteligencia en ciertas partes del planeta y ha traducido la necesidad de confrontación bélica en desmesuradas fuentes en ingreso de capital, por esa razón, las guerras tan solo afectan a territorios subdesarrollados social, política y culturalmente. Aquellos que reciben el impacto aplastante y contundente de las minorías parasitarias.
En estos lugares desarrolados tenemos gran culto por el boxeo, la lucha de gallos, las peleas de perros y gallos, cacerías de elefantes zorros y osos pardos, corridas de toros, etc.., todos englobados como un arte en sí mismos..
Todo está bien, en mi pequeño mundo..
No hay comentarios:
Publicar un comentario