gràcies mare
Profecía de
los indios Cree:
Sólo
cuando se haya talado el último árbol; sólo cuando se haya envenenado
el último río; sólo cuando se haya pescado el último pez; sólo entonces,
descubrirá el hombre blanco que el dinero no es comestible.
Su nombre proviene de
la
contracción de chtistinaux, forma francesa de uno de sus nombres. Ellos
se llamaban iyiniwok, "los de la primera raza". Los Atapascos
del norte los designaban con el nombre enna, "enemigos".
Pertenecían a la familia de lengua Algonquina.
Pueblo eje entre Algonquinos y Atapascos, los Crees estaban escindidos en dos
ramas: los Crees de las llanuras y los Crees de los bosques que ocupaban el
espacio entre la ribera oeste de la bahía James y el lago Athabasca. En sus orígenes,
eran un pueblo de la región de los Bosques, que cazaba conejos, venados,
castores, caribús, alces y osos en los bosques de Manitoba. En épocas de
hambruna en las que escaseaba la caza, practicaban el canibalismo. Los Cree
vendieron pieles a los primeros comerciantes franceses e ingleses de la región.
Parte de esta tribu se alió con el pueblo assiniboine de Manitoba, emigró en
dirección suroeste hacia los dominios abiertos de los búfalos y recibió el
nombre de cree de las Llanuras. Los que se quedaron en la región de los Bosques
recibieron este calificativo. Un grupo de cazadores nómadas, conocido con el
nombre de Tétes de Boule (cabezas de bola), vivía también en Quebec.
Los Crees de los bosques, cazadores y pescadores, sobresalían en la conducción
de sus canoas de corteza de abedul. Estaban organizados socialmente en grupos de
familias emparentadas. En épocas de guerra, los Cree se agrupaban en colectivos más
numerosos para combatir en las frecuentes guerras con las tribus vecinas como
los indios pies negros y sioux. Algunos cree de las Llanuras contrajeron
matrimonio con los colonos franceses de la región.
Los Crees, estratégicamente establecidos,
estuvieron en el meollo de la competencia franco-inglesa por el control del
comercio de pieles. Aliados con los Chippewa, mantuvieron buenas relaciones con
los blancos, en detrimento de los Atapascanos del norte y oeste.
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Poco decimos cuando utilizamos frases ancestrales provinientes de alguna de las sociedades que han sufrido menor grado de evolución del planeta. El caso es que nadie le presta demasiada atención pues el mensaje es de contraste y en poco tiempo ya lo hemos olvidado, al fin y al cabo nosotros estamos en el lado evolucionado del río..
De las dos, la especie que más ha avanzado es la del nivel superior, válgame la consonancia con el diseño de esta página. Ésta forma parte de una tribu de individuos que por varias razones coronan el estrado de los manipulantes de letras y cifras desde donde engañan, tergiversan, manipulan y engrosan sus niveles gananciales hasta límites inconcebibles. Son egoístas, ambiciosos y no dudan ante el dilema. En su desarrollo personal siempre son los primeros del grupo, obtienen el máximo rigor de entre los sui generis y por ello encuentran los reclamos de la libertad y la riqueza desmesurada con la que su mente les demanda actuar y vivir. Viven bien y, si no llevan mochilas genéticas adversas, generalmente vidas muy longevas.
Los de la primera raza, en cambio, parece que se rigen por valores más terrenales. Conceptos de respeto a la madre naturaleza con los que se preservará la integridad y la supervivencia de las generaciones venideras. Su mirada está puesta en el elemento comunitario y no en el individual. El valor de las cosas reside en la capacidad regenerativa. No trabajan con ideas fictícias como el dinero. No entienden para qué sirve, ni quieren entenderlo. Su vida está inmersa en la dureza y mantienen una esperanza de vida más bien corta.
La cuestión es que ambos lados del río que planteamos conducen las aguas hacia un mismo lugar, pues el río siempre baja hacia algún punto igual que la evolución. No obstante, durante su recorrido hay una mezcla importante de caudales y, en el tramo final que constituye el delta, se precipita una sedimentación descomunal. Allí vamos todos con un rastrillo de púas bien largas para ver qué podemos obtener para nuestro beneficio individual y colectivo, pero descubrimos que no podemos encontrar nada auténtico pues el lodo y la poca firmeza del terreno nos impide avanzar. Es imposible determinar quien ha vertido qué y cómo podemos aprovecharlo.
La motivación para alcanzar cualquier buena finalidad se tergiversa a través del proceso conductivo desde su inicio, en su forma auténtica e ideal, hasta su procesamiento por el uso, la combinación y la manipulación que sufre en el bombo de la realidad social. Hay tanto en nuestras mentes que no podemos diferenciar qué es lo que debemos hacer para ser coherentes con el suelo que pisamos.
Pero no podemos olvidar que hay argumentos de ambos grupos que ayudan a toda la sociedad a avanzar, será cuestión de hacerles repasar las doctrinas educativas para que mejoren sus acciones en el futuro, total nuestras expectativas de vida son similares alrededor de todo el planeta..
Hoy saldré de casa bien calzado, me alimentaré debidamente, levantaré el ánimo colectivo y actuaré de forma que no incida en el equilibrio de todo lo que ocurre a mi alrededor.
De eso se trata, ¿no..?
¿Tu que harás?
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